Creo que nadie pone en duda las capacidades de Google
para crear cosas, hace un tiempo la teníamos encasillada en el software
y los servicios, y sinceramente, la veíamos lejos de todo aquello que
fuera un producto físico. Ahora no nos va a resultar chocante escuchar
que quieren diseñar sus propios coches, mejor que jugar a convertir en autónomos los vehículos de terceros fabricantes.
Lentamente Google está metiendo la patita en la industria del
automóvil, y es que según nos cuenta Amir Efrati, antiguo reportero del
Wall Street Journal, Google ya está en negociaciones con suministradores
de componentes como Continental AG y Magna International, para que le ayuden a montar un vehículo completo.
Esto supondría más presión en los fabricantes que
actualmente dominan el mercado, y que están trabajando en coches
autónomos – y otras tecnologías – a otra velocidad que Google. De hecho
son los fabricantes los que necesitan que la empresa del buscador ponga freno a sus avances, de aquí que no hayan conseguido encontrar socios comprometidos y sea mejor montarlo por su cuenta.
Google y el “robo-taxi”
A Google no le interesaría montar una flota de vehículos así, para esto sí que tendría que buscarse socios, pero por ahora está más enfocada en desarrollar la tecnología y buscar las ciudades más apropiadas para ponerla en práctica.
Los coches no van a salir baratos, teniendo en cuenta que no hay grandes producciones detrás como las que puede proporcionar un gran fabricante. Efrati comenta que los Toyota Prius modificados que hemos estado viendo en los últimos meses, les están saliendo a Google por unos 150.000 dólares.
Fuente: xataka.com
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